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El viernes 26 de noviembre de 2010, di una ponencia-coloquio en
el Espacio Plutón de Valencia sobre mis trabajos electrónicos.
Posteriormente interpreté el Concierto para telefonía dispersa.
Desordenando el caos: El aumento de los recursos para la
comunicación han producido, no que el grado de la comunicación sea mayor, sino
más continuo y en más cantidad provocando en muchos casos una sobresaturación
y el correspondiente descontrol. Sonidos, de alerta, timbres telefónicos,
forman parte de nuestra cotidianeidad y el silencio es algo inexistente. Los
tonos, politonos y todo tipo de sonidos crean una constante asinfonía vital.
Partiendo de este caos propongo una vuelta de tuerca desordenándolo al
convertirlo en aleatorio y disperso.
El Concierto para telefonía dispersa es un concierto evolutivo in crescendo. No solo cada vez que el concierto se interpreta es distinto, también, cada vez, el concierto va adquiriendo una magnitud mayor, aumentando el ámbito de la escucha
y la variedad de sonidos que en él intervienen. Incluso fuera del control del autor o del interprete de la obra.
Esto produce una dispersión en él.
Se desarrolla dentro de una sala de conciertos y también fuera de ella, a cientos de kilómetros e incluso en países distintos.
Dependiendo de la intención de los espectadores, de que estos se pongan de acuerdo para reunirse, de que estén presentes
o interesados en participar del evento en mayor o menor magnitud; podrán así mismo disfrutar de todo el concierto, de una
pequeña parte o por contra excluidos de la escucha y disfrute en su totalidad.
Según evoluciona, el concierto se va haciendo más y más disperso, de forma
que en la sala donde se desarrolla puede ocurrir que ningún teléfono sea
seleccionado y que todos los teléfonos seleccionados se encuentren a muchos
kilómetros de distancia.
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